Max es un niño de los que ya no quedan, capaz de pasarse la tarde frente a un papel y una caja de rotus encima de la mesa para encauzar su desbordante imaginación. El problema surge cuando un misterioso rotulador llega a sus manos y a Max no se le ocurre otra cosa que dibujar un monstruo. Siempre nos han dicho que no aceptemos nada de desconocidos, pero "regalo" y "rechazar" no son conceptos que casen muy bien en la mente de un niño, ni de nadie, así que en un periquete está usandolo a ver que tal pinta. Pasa lo que tenía que pasar, el dibujo (un monstruo para más señas) cobra vida y se oculta en otros dibujos que se acumulan en el escritorio, así que la historia está servida. Max se dibuja a si mismo realizando de esa forma su sueño: Protagonizar una aventura dentro de sus propios dibujos.
Así dicho podríamos afirmar que el guión no es el punto fuerte del juego, y tendríamos toda la razón. No es más que la excusa, el punto de partida para presentar la jugabilidad y el concepto que plantea la obra de PressPlay. Un primer vistazo nos hará recordar a World of Goo en la pantalla de selección de fase, y es que PressPlay no ha ocultado nunca su admiración por 2DBoy y su obra cumbre. Aparte de ese detalle encontramos en la pantalla inicial la posibilidad de escoger entre 3 perfiles distintos para grabar la aventura, y un apartado de Extras que se desbloquearan a medida que cumplamos los requisitos que se especifican, como por ejemplo acabar un determinado número de fases por debajo de un tiempo establecido.
La aventura se estructura en 3 mundos, cada uno ambientado de forma distinta y dividido a su vez en 5 fases. Si las cuentas no fallan, y no lo hacen, tenemos un total de 15 fases, una cifra que, aunque acorde a lo que nos tiene acostumbrado WiiWare, sabe a poco. Afortunadamente un tamaño aceptable de las mismas, un inteligente diseño de niveles, sumado a la generosa cantidad de extras y adictiva mecánica harán que no paremos hasta lograr el 100%, algo que si llevará más tiempo del previsto. Además que al acabar el juego por primera vez se nos facilitará un código para canjearlo en la web por un regalo sorpresa.
La piedra angular de Max & the Magic Marker, el elemento sobre el cual orbita el resto del juego, es su original jugabilidad que le sienta como un guante a Wii. Por un lado nos encontramos con un plataformas clásico en dos dimensiones, muy sencillo de controlar puesto que únicamente usaremos el nunchuk para mover a Max y saltar. Por otro lado tenemos una novedad jugable que va más allá de lo propuesto por juegos como LostWinds o NyxQuest. Mientras que en estos últimos títulos el puntero del wiimote servía para controlar algunos elementos del juego, en Max & the Magic Marker podremos crear elementos dentro del juego en tiempo real y que Max interactue con ellos. En ese aspecto es similar a Crayon Physics con un matiz, y es que el título que nos ocupa es eminentemente plataformero y no tan centrado en el puzzle.
La mecánica del juego es la siguiente, en cada fase Max recoge cápsulas de tinta para recargar su rotulador mágico y poder seguir dibujando con el puntero de Wii. Lo que dibujamos inmediatamente se incorporará al juego y caerá como si de una estructura se tratase cumpliendo los designios de la gravedad. Podremos crear puentes, escaleras, rampas, balancines, contrapesos... El límite lo marca nuestra imaginación y la cantidad de tinta del rotulador. En este punto nos encontramos que PressPlay premia y castiga al jugador, una de cal y otra de arena, porque al alcanzar un checkpoint perderemos toda la tinta acumulada y empezaremos de cero. Pero todo está muy medido, si tenemos poca tinta en un momento dado es porque es la cantidad mínima imprescindible para crear algo que nos permita avanzar hasta la siguiente plataforma. Si nos equivocamos no hay problema, borramos los trazos que hayamos hecho con el botón B y recuperamos esa tinta.
En cada fase también podremos encontrar cápsulas grises y negras, con un comportamiento similar a las monedas normales y grandes de New Super Mario Bros. Es decir, no son imprescindibles para acabar el nivel, de hecho podemos avanzar sin recoger ninguna, pero si son necesarias de cara a desbloquear todo el contenido extra y lograr el 100% de juego completado. Si optamos por acabar el juego sin más no hallaremos gran dificultad en el camino, lo podríamos hacer en una tarde, pero si lo que queremos es completar el juego entonces si tendremos un auténtico reto en la búsqueda de cápsulas negras, y batir las marcas de tiempo.
El apartado gráfico no llega al nivel de lo mejor en la plataforma, con LostWinds y World of Goo como máximos exponentes. También puede pecar de repetitivo (apenas tres entornos distintos y un único tipo de enemigo) pero siendo justos hay que equilibrar la balanza reconociendo el encanto y lo bonito visualmente de todo el conjunto. Formas sencillas, tonos pastel en un mundo que parece, de hecho es la idea, salido de la mente de un niño. Un detalle curioso sucede al pulsar A+B, se nos muestra el juego pausado tal y como lo dibujó Max, pudiendo usar el rotulador con calma para, por ejemplo, salvar a Max de una muerte segura dibujando in extremis un saliente en el precipicio.
El problema del apartado técnico es que, por un lado, las físicas no son perfectas, y por otro la detección de colisiones no está todo lo depurado que debiera. Eso, unido a la total libertad que da el juego para crear lo que queramos da como resultado algunos bugs puntuales, llegando al punto de congelar el juego y obligando a reiniciarlo. Para no ser alarmistas hay que hacer notar que no es muy frecuente, aunque tampoco resulta dificil encontrar usuarios que lo hayan sufrido, como el que escribe estas líneas que lo ha experimentado en una ocasión. Afortunadamente PressPlay nos adelantó en exclusiva, y luego lo confirmó en su web, que conocen el problema y están trabajando para solucionarlo.
Por lo demás, Max & the Magic Marker es una delicia para todo tipo de público, tanto los menos hábiles como aquel mas exigente, con una banda sonora pegadiza, todo medido al milímetro gracias a un muy buen diseño de niveles que nos daran momentos tan impagables y plataformeros como la frenetica fase final.
Como nos comentaron los propios desarrolladores, Max & the Magic Marker es mejor que la media del catalogo de WiiWare. Estamos de acuerdo con ellos, y ya sería razón suficiente para darle una oportunidad, pero si añadimos que cuesta apenas 10 euros ya entramos en el terreno de buenas compras. Una vez solucionen los problemas, hablaremos sin tapujos de imprescindible, porque es, aunque no exento de fallos, un muy buen juego.
Ficha:
Desarrollador: PressPlay
Distribuidor: PressPlay
Idioma: Completamente en castellano
Precio: 1000 Nintendo Points
Plataforma:WiiWare
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